Somos unos seres raros

Esa es mi conclusión en mi último día de trabajo en el campamento urbano (pseudo campamento de verano), bueno.. más que raros, especiales, que suena mejor. Al igual que las modas, nuestras etapas son como un péndulo, de pequeños perdemos los dientes y luego en la vejez también, por no hablar de las incontinencias y la vuelta a las papillas y similar.

¿Escueta pero profunda? ehmm no mucho, pero por hoy basta.

Qué bueno es salir de la rutina

Empezando por el jueves, que después de casi 2 meses (entre mis exámenes y sus viajes...) pude quedar con Fernando "20:30 en Av. de América con bañador y toalla" esas fueron todas las instrucciones, así que las seguí al pie de la letra. Destino, un pueblo de Guadalajara, que hay unas actividades tipo "la noche más joven" en las que participaba su club de buceo, así que practiqué un poco mi estilo "sirena". Me lo pasé muy bien, al día siguiente con un poco de sueño por sólo dormir 3 horas, pero no tengo queja.

El viernes tocaba ir al pueblo, que hacía más de un año que no me pasaba por allí, pero había acordado con mis amigos que me apuntaba para ese fin de semana. No ha estado nada mal, comida a tutiplén, con un poquito de piscina, charlas y bebidas sin alcohol, que la Guardia Civil se coloca justo en la calle por la que tengo que entrar para ir a mi casa.

El domingo por la tarde me acerqué a recibir a los del campamento, María me puso al día sobre novedades y anécdotas y por la noche cenita con ellos, qué gocherio, me voy a plantear claramente el controlarme con las comidas que últimamente no tengo mucha fuerza de voluntad... bueno, realmente nunca la he tenido, pero con eso de comer a la una en el trabajo la cosa está empeorando, ¿hacemos la operación bikini para poder recuperar esos kilos en el verano? :)

Total que ha sido variadito y ameno, el próximo a Córdoba, a pasar un poco de calorcete.

Buen fin de semana

Ya estaba planeado, iba a pasar el fin de semana en el campamento de toda la vida en Gredos echando una mano y con María como copiloto, pero unas horas antes del viaje María me informa que no puede ir... supongo que si me lo hubiera dicho el día de antes habría cancelado el plan, pero ya estaba mentalizada, tenía que salir de Madrid y desconectar, aunque el ir allí no iba a significar unos días de relax.
Duchita rápida y maleta hecha sin lista, con la sensación de que fijo que se me había pasado algo por alto, aunque no fue el caso. Viajecito con los padres de María estrenando coche y por fin a eso de las 22:30 llego al campamento, pequeño hormigueo en el estómago por cómo se iba a dar la cosa, que había unos pocos con los que tenía confianza, pero, con la falta de María mi seguridad en cuanto a disfrutar del fin de semana había bajado un poco.

Primero a instalarse, la colchoneta del Yankee (un lujo comparándolo con mi esterilla) era de matrimonio total, que me hago con un huequecillo. Luego a meterse de lleno, que no iba a estar observando cómo trabajaban, así que a participar en un juego nocturno y más tarde a disfrutar de la posterior reunión de monitores, con risas, copichuelas, juegos y pequeño debate sobre si echar a una niña o no del campamento, aun me resulta increíble que una niña de 12 años le hiciera un trabajito oral a un niño del campamento y se mostrara sin vergüenza al echarle una charlita unas monitoras.
Sobre las 5 al saco, un poquito más de charla con David y a intentar dormir... buf, hacía un frío de la leche, así que a pesar de que él me dejara un poco de su saco a modo de manta me pasé lo que quedaba de noche con el frío metido en el cuerpo y apenas dormí una hora.

Sábado sabadete: deseando que llegara la hora de levantarse, estaba aburrida y era incapaz de conciliar el sueño. El día no se dió mal, por la mañana un juego y al medio día a comer con los padres de María. Que gocherio, tortilla de patata, filetes de lomo... y mi plato a rebosar, así que tenía que comerme todo lo que me habían servido. Después de la comilona, me empezó a dar uno de esos bajones de sueño y cansancio que logré superar con un poco de café y una duchita.
Por la noche otro juego y "reunión de monitores".

Último día: por fin pude dormir algo, aunque no fue del tirón, que la colchoneta se había pinchado y poco a poco notabas como ibas acercándote al suelo, y por supuesto despertándome con el más mínimo ruido, que problema lo de tener el sueño leve.
A pesar de haber descansado algo mi espesismo había aumentado, total que pasando de tener discusiones con Carrasco, a darle la razón para no tener que pensar :) y qué bien me vino el juego del "Humor amarillo" para no empanarme más de lo que estaba y pasar un buen rato. Por la tarde, vuelta a Madrid.

Conclusión: muchas risas, morriña, con ganas de repetirlo y odiando aun más mi insomnio vacacional.

Dudas sobre paquetes

No seáis mal pensados que no hay ninguna relación sexual. Me refiero a los distintos envases, ¿por qué el azúcar de remolacha (el blanco de toda la vida) va en bolsa de papel y el moreno en una de plástico? que me parece un poco discriminatorio ¿no? que vale, está claro que el moreno es de mejor calidad y es más caro... uhmm a ver si va a ser más caro por el embalaje...
Pero vamos, que no sólo el azúcar es el único afectado, porque tampoco entiendo el por qué la harina sólo se vende en paquetes de papel, al igual que el cemento, aunque con este último, a mi me da que me lo explicaron en una de mis asignaturas, pero claro, es aprobar una asignatura y formatear esa parte de mi cerebro, que hay que hacerle huequecillo a esa información que no sirve para nada ( yo no tengo la culpa de que mi memoria sea así de selectiva).
Aun no he acabado con mis pequeñas dudas, porque ahora es cuando aparece el tema del cristal, no sé muy bien por qué si algo nos lo venden en un frasco de cristal nos parece que es mejor. Unas aceitunas en lata, na, son malas seguro, pero si de repente cogen esas mismas aceitunas y te las meten en un frasquito... ya tienen mejor pinta, ¿a que si?
¡Ya está! acabo de dar yo solita con el secreto, es todo cuestión de marketing, productos básicos como el azúcar normal o la harina, como saben que las vamos a comprar aunque vengan en uno de esos papeles grises que te dan en la pescadería, tienen un envase baratillo y con el que no se ve su contenido, pero para otros productos, que se supone que son de más calidad tienen que "convencerte" mostrando claramente su contenido así que será de un material traslúcido.
La verdad es que no termino de creerme demasiado mi teoría, así que si alguien puede aportar algo de información no vendría nada mal.

Video al canto

Como ahora me ha dado por este grupo he subido uno de sus videos, que nooo no influye el que el cantante sea majo... bueno, vale, soy simple así que el cantante tiene algo que ver en mi repentino interés :D

En una nube

Así es como me siento ahora mismo, sin agobios ni preocupaciones, es un pequeño paréntesis al que sólo le queda una semana (que hay que ponerse con física y estructuras), ¿influirá el que esté escuchando a Ok Go y me sienta como si estuviera escuchándoles en el directo? algo sí, porque consiguen animarme y hacerme sonreir sin un por qué. Si es que con pequeñas cosas se consigue mucho.

Por cierto, hablando de pequeños detalles, voy a sacar el tema de las cosas maqueadas, que según la RAE quiere decir "Adornar muebles, utensilios u otros varios objetos con pinturas o dorados."
Normalmente es un verbo que asociamos al tuneado de coches, ahora mismo se me están pasando por la cabeza infinidad de imágenes, pero claro, si nos fijamos detenidamente en nuestras costumbres, todos tenemos un pequeño tunero dentro.
¿Quien no ha decorado su habitación con posters (en mi caso de Keanu y Brad, que yo también he tenido esa época)? de hecho yo cuando tenga mi propia casa (quien sabe... cosas más difíciles se han conseguido) me gustaría pintar el techo del pasillo como si fuera un cielo con alguna nubecilla y el de una habitación con estrellas, dicho así suena un poco cursi, pero bueno.
Y ¿quién no ha cogido alguna prenda y le ha hecho un apaño? sin ir más lejos yo maqueé una de mis camisetas XL del trabajo, en cuanto las coordinadoras nos comentaron que podíamos cortarlas un poco, me faltó tiempo para hacerlo, nada más llegar a casa cogí las tijeras... bueno, miento, por defecto cogí el escalímetro y el cartabón, fue uno de esos momentos en los que asocias ciertas ideas con unos utensilios, pero se me pasó el empanamiento y los cambié por las tijeras.
Empiezo, lo primero el largo, pequeña prueba para ver como queda puesta... y te das cuenta de que no esta muy proporcionada porque las mangas me llegaban hasta los codos y casi medían lo mismo que el largo de la camiseta. Toca cortar las mangas, con la consiguiente prueba, ehmmm, mierda se me ve todo el sujetador, que sí que voy a ir muy cómoda, pero tampoco quiero que los padres me tomen por una fresca (jeje, siempre me ha hecho gracia esta palabra). Así que decido darle unas puntaditas. A probárselo otra vez, bueno, bueno, la cosa va mejorando y no tiene nada que ver con la camiseta inicial.
Como una vez que empiezas con los retoques no puedes parar y aún pululaban por allí las tijeras, le corté un poco el cuello, ya estaba lista y que orgullosa que te sientes de tu pequeño trabajo, si ya digo yo que en el fondo todos somos tuneros.

¡He vuelto!

Pues sí, después de exámenes y de formatear mi ordenador, estoy otra vez por aqui, pasando calor y un poco de sueño también, que parece ser que mi cuerpo se ha acostumbrado a dormir 6 horas al día y pretende cumplirlo incluso en los fines de semana. Hay gente que no me cree pero es cierto, aunque llegue a las tantas a casa, sobre las 9 ó 10 de la mañana ya tengo los ojos como platos... una putada, la verdad.

Aun me cuesta adaptarme a la nueva rutina, que después de pasarme un mes haciendo vida en la biblioteca se me hace raro no hacerle una visitilla, que no quiere decir que la eche de menos, no no. Así que he cambiado ese edificio por un colegio, 8 horitas como monitora en un campamento urbano.

En otro momento sigo, que voy a arreglarme algo para salir.