Lugar para el desahogo variado

jueves, diciembre 01, 2005

Qué desagradable

Ahí va uno de esos post sencillos, enumerar cosas, así que empiezo:
- La gente que mastica sin cerrar la boca, no me pregunteis por qué no me gusta, es sólo que no me siento bien viendo a alguien comer de esa forma, no digo que de vez en cuando alguien lo haga, no, pero hay personas que son incapaces de cerrar la boca cuando tiene comida dentro.
- Qué me decis de esa babilla blanca que se queda justo en la mitad del labio, que mientras que habla la persona ves cómo va turnandose, ahora el labio de arriba, ahora el de abajo... y tú sufriendo por si decide saltar, es que esa babilla es muy inquieta. Además suele pasarle a personas con las que no tienes confianza, porque sino, al menos en mi caso, se le dice y todos tan contentos. Es increible cómo te quedas concentrado mirándola. Que luego puede surgir el problema de que esa persona piense que sientes algo por él ya que no le quitas ojo... ¡¡no no!! ¡no me beses!
- Bueno bueno y los que escupen por la calle, que le oyes venir, esa aspiración profunda de la nariz seguida del escupitajo. Hay gente experta en esa técnica, los abueletes son unos de esos expertos. ¿Sabiais que antes en los bares habia escupideras? eran como una especie de jarrones metálicos que estaban en el suelo, ¿habría competiciones? yo que sé unos se dedican a los dardos y otros a encestar el gapillo y ¿quien era el pringaete encargado de limpiarlos? "¿que no tienes dinero para pagarme los carajillos que te has tomado? ¡a limpiar las escupideras!" menudo castigo.
- Otra técnica digna de expertos es la de sonarse los mocos sin pañuelo, ¡claro! para qué usarlos, con lo cómodo que es taparse un agujerillo y soplar fuerte hasta que se te despeja la nariz, por supuesto el moquillo va al suelo a reunirse con los gapos.
- Odio el metro en verano, sobre todo en las líneas que no tiene aire acondicionado, hay una mezcla de olores... que vale, todos sudamos y puede que un día por lo que sea olamos a sudorcete, pero es que hay distintos grados de ese olor, está el reciente y luego va el que se nota claramente que es de varios días (mi madre lo llama olor a rancio), ese es el peor y justo es de la persona que se agarra a la barra, muy bien así levantando el bracito para perfumarnos con eau de sobac.
- Hace tiempo, un día en el campamento de verano de toda la vida, estando como monitora, el cocinero me mandó ordenar las patatas y retirar las que estaban malas... ¿habeis olido alguna vez una patata podrida? joder, ese olor consigue revolver a cualquiera, en serio, no exagero, además es un olor que se te queda metido en la nariz.
- Ahora voy con un efecto colateral de trabajar con niños, que a mi me gusta, pero claro, sobre todo en verano pueden traer compañeros de más, los piojos, es hablar de ello y ya me pica la cabeza, sólo los cogí de pequeña (en un campamento, claro) y me ha tocado tratar con ellos en varias ocasiones, la última este verano, que teníamos más o menos a 1/4 del grupo con ellos y menos mal que lo descubrimos, porque aun nos quedaban tres semanas de campamento, así que todos los días en plan paranoico dándome colonia y observándonos. Que puede parecer que soy muy tiquis miquis, pero no, a mi no me importa limpiarles cuando van al baño, o sonarles los mocos, curarles heridas... que va, es lo único con lo que no puedo, aunque he tenido que quitar liendres (alguien tiene que hacerlo, ¿no?).

Otro día seguiré, que sino se alarga mucho el post.

Cuatro días.

1 Comments:

Blogger Chasky said...

La segunda es realmente asquerosa, y te da asco pero no puedes dejar de mirar ahí cuando te están hablando, y la ves subir y bajar.

Aggggggggggg, qué horror.

01 diciembre, 2005 21:39

 

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