Lugar para el desahogo variado

jueves, febrero 09, 2006

Evolución

Llevo gafas desde que tenía 8 años, típico reconociemiento médico en el que descubren que no ves bien de lejos, así que al principio llegas ilusionada deseando que te graduen la vista y te planten las gafas... ilusión que pierdes al poco de llevarlas puestas, te das cuenta de que muchas ventajas no tiene, más bien ninguna y a medida que pasan los años esas desventajas se incrementan directamente proporcional a tu miopia, qué feliz sería yo si mientras que estoy dentro de una piscina pudiera ver con claridad a la gente que está fuera... bueno y a los de dentro.
¿A qué viene todo esto? a que rebuscando en mi cajón he encontrado mis primeras gafas, me las he probado y me ha entrado la risa, hay que ver cómo han cambiado los modelos en 16 años, las gafas para niños de ahora son chulísimas.
Pues nada, he cogido la cámara, he colocado mis gafas y les he hecho una foto:


Empiezo por arriba:
  • Si, esas son las primeras, demasido rosa ¿verdad? está claro que el voto final lo tuvo mi madre porque cada vez que las ve suelta un "qué mona que estabas" a lo que mi padre no hace ningún comentario... malo. Las llevé desde los 8 a los 11 ó 12.
  • Las siguientes que van de los 11 (ó 12) a los 16 no están, ya que algun CABRON me las robó del R-11. Una de tantas veces que me abrieron el coche decidieron llevarse mis gafas de repuesto, que las llevaba más que nada por si a algun guardia civil o similar tenía el día malo y le daba por ponerse tiquis miquis con lo de llevar gafas de repuesto, total que de adorno más que nada. Pero claro, es obvio que le estarán siendo muy útiles al tio que se las llevó junto con el cojín que llevaba en el asiento, típico cojín para no hundirte, que está descolorido por el sol. Llegué a plantearme poner un cartelito que pusiera "No llevo nada de valor dentro, si vas a abrirme el coche con que le des un simple golpecito vale, no hace falta que me abolles más la puerta. PD: tampoco tengo barilla del aceite" aunque al final por pereza y viendo que no me lo volvían a abrir, pasé de ponerla. Por cierto, que como siempre acabo desviándome del tema, las gafas tenian una forma muy parecida a las rosas, sólo que eran de metal.
  • Las terceras, de los 17 a los 21, aunque las he usado hasta hace nada, ya que hará cosa de 4 meses que las pisé sin querer y rompí una patilla, tiene mal arreglo.
  • Las que están agarradas con una pinza van de los 21 a los 24, me ha costado colocarlas para la foto, que tiene unas patillas sin bisagra.
  • Y de las últimas no hay mucho que decir.
Me dejo en el tintero el tema de las lentillas, que empecé a usarlas con 16 años, hasta entonces salía siempre sin gafas. Es curioso cómo consigues agudizar el sentido para reconocer a las personas sólo por sus andares, cosa que tiene su gracia hasta que descubres que con esas cositas transparentes que se "pegan" a tus ojos ves perfectamente lo que ocurre a tu alrededor. Vamos que no echo de menos el haber perdido esa habilidad, no hay color.

8 días.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Estoy de acuerdo con cptspiff... en la foto las gafas parecen naranjas... A ver si a parte de miope eres daltónica!
En fin, como miope me solidarizo contigo y tus gafas. Yo no conservo ninguna. Se me rompían cada dos por tres (las chafaba, partía, se me caían , las perdía...).
El día en que me saludaron desde el otro andén del metro y saludé todo feliz, para después ver cómo la chica de al lado le mandaba un beso... decidí que iría con lentillas siempre. Ahora llevo gafas sólo en la intimidad. Para ver la tele o trabajar en el ordenata.
Luego ya no, que nunca se sabe quién te puede saludar.
Besos

10 febrero, 2006 11:32

 
Anonymous Anónimo said...

Ese cojín no era para no hundirse.... ni estaba descolorido del sol... a quien quieres engañar.

10 febrero, 2006 20:34

 
Blogger Sara said...

Bien esto va para Cptspiff y Javi, par de daltonicos! eso es más rosa que los algodones de azucar (aunque la verdad es que muy rosas no son...)
Koki, ¿qué otras dos? sólo hay unas que no están, las segundas, que sí, eran finitas, metálicas y marrones.
Javi: a mi lo que me sigue pasando a pesar de llevar gafas (o lentillas) es lo de no saludar a la gente por la calle, voy tan a mi aire que no me fijo en lo que me rodea...
Aha! ya he encontrado al ladrón del cojín, Tonny eso no se hace tio.

10 febrero, 2006 21:09

 

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