Lugar para el desahogo variado

jueves, octubre 01, 2009

Viaje por Chicago y Syracuse (parte I)

Primer día:
Estresante.
Facturo con Iberia y me doy cuenta que el tiempo de espera entre el vuelo de Barcelona y Newark es sólo de una hora, cosa que si tienes la tarjeta de embarque no es un problema, pero al ser vuelos con distintas compañías, la cosa cambia, para colmo, me dicen que tengo que indicarles cual es mi maleta facturada porque puede que no se hagan responsables de ella.
Subo al avión y empiezo a ojear la revista de la compañía... mierda, los vuelos están en distintas terminales (cosa que no me ponía en mi billete por haberlo comprado antes de la apertura de la nueva terminal). Empiezo a ponerme más nerviosa (aun). Me encuentro entre las últimas filas del avión y ya se sabe lo lenta que es la gente para salir, así que hablo con una azafata para que me cambié de sitio. Hecho. El vuelo está tardando más de lo esperado y yo ya me veo plantada en Barcelona, con mi maleta en Syracuse y sin poder recuperar el vuelo por pertenecer a compañías distintas (fijo que se iban a lavar las manos, ya que el problema realmente era de Rumbo), escucho en mi cabeza el típico "Ha,Ha" de nelson.
Llego a la terminal 1, quedan 45 minutos para que salga el vuelo y los empleados del punto de "información" me dicen que no hace falta que cambie de terminal , cosa que no me convence y con razón porque si que tenía que ir a la otra. Después de muchas carreras llego a la taquilla de facturacion y... ¡¡¡no hay nadie!!! así que preguntando y preguntando consigo que me saquen una tarjeta de embarque "express" y una empleada del aeropuerto me lleva por unos atajillos a la puerta de embarque (todo esto a la carrera).
¡Por fin llego! vamos que a punto de quedarme en tierra, que era justo la hora de salida del vuelo, lo único malo, que mi maleta se iba a quedar en Barcelona al no haber tiempo material para haberla cambiado de aviones.
Después de muuuchas horas de vuelos llego finalmente a Syracuse :D

Primeros días en Syracuse:
No voy a contar todo detalladamente porque la cosa se puede alargar demasiado.
Al segundo día de mi llegada tocó cenita a lo grande (gran cocido madrileño hecho por David) y fiestecita a la americana antes de la llegada de las madres de Vaso y Pittman (compañeros de piso de david), con Dj y musiquita de esa que taanto me gusta a mi (sarcasmo a tutiplen) y que manía tiene la gente con tener que bailar a la fuerza, que no, que no me gusta, así que tendré que socializar y el mejor sitio es la fila del baño jajaja. Un poco agobiante al principio, pero la cosa mejora, había gente que ni conocía a los anfitriones y al final de la noche me puse a hablar con uno de ellos, el tio de "he decidido dejar de fumar, porque no es sano y mi tio tuvo un cancer de pulmón, pero sólo entre semana porque mi trabajo es tan estresante (empleado de correos) que necesito descargarme los findes y ponerme hasta arriba de to" que risas me eché intentando desmontarle sus teorías. Total que mucha charlita.
Lo peor, que la maleta llegó dos días después, que si, que al menos llegó, pero es una situación realmente incómoda, no tienes tu ropa ni tus cosas y eso que al menos me llevé en la de mano una camiseta de sobra y la típica bolsita con miniaturas de aseo.
Días de relax acompañada por David, Mario, Declan, Sara, Vasco, David Pittman...

Viaje a Chicago:
A las 6 de la mañana en el aeropuerto gracias a Mario, que hay pocas opciones para poder llegar ahí.
Después del frío polar del avión llego a Chicago "the windy city", que de windy tenía poco, más bien era la "bochorno city", dioooos cómo podía hacer tanta humedad y calor, así pasó que me pillé un resfriado fino y tengo que aclarar, que las medicinas americanas no hacen na de na, donde esten las pastillacas locales que se quite lo demás.
El albergue de lo mejorcito que he vistitado, céntrico, limpio, con un desayuno tremendo y unos empleados majísimos, del único nombre que me acuerdo es de ajjjmed (que hay que pronunciarlo asin) el que se encargaba del desayuno, un egipcio aspirante a actor muy majo con el que estuve bastante tiempo hablando (ahí improving my english).
El primer día me lo pasé pateando la ciudad.. bueno el segundo también jajaja
En esto que estoy intentando hacer una foto al edificio de Doland Trump, pero claro, era a contraluz, así que no iba a salir muy bien, y oigo una vocecilla "¿quieres que te haga una foto?" (esto lo dijo en inglés pero yo he hecho la traduccion instantanea) "pues.. es que como está a contraluz no va a salir bien" "naa, no te preocupes, que sino yo te hago una foto con mi cámara y te la mando por e-mail" (aham, su cámara es especial y consigue cambiar el Sol de lugar ¬¬). Me puse a hablar con el hombrecillo este, y claro le comenté que tenía planeado subir a alguno de los edificios en plan "by the face" para poder ver las vistas, así que se ofreció a acompañarme.
Antes de nada voy a describir a mi colega Lee, cuarenta y algo años, traje dos tallas más grandes, tapones en los oidos (que decía que no le gustaba escuchar a la gente, aunque lugos se los quitó), zapatos gastados, cámara en una riñonera, manos poco cuidadas (con alguna heridilla, las uñas no muy limpias y números de teléfono apuntados en el dorso) y un martillo colgado en la cintura (de esto me di cuenta cuando me despedí de él).
Total, que nos metemos en el hotel trump y pillamos el ascensor hasta el piso 12 (que era el máximo al que nos llevaba) pero claro... eso era el aparcamiento, así que nos vamos abajo. El tio me cuenta que es escritor para chicago.com y que hace reportajes sobre hoteles, precios, estado de las habitaciones, etc. Llegamos a la recepción, y el hombrecillo empieza a darle una charla a la recepcionista para que le de unos folios y un sobre y bla, bla bla, y luego saca su tarjeta de "hello kitti" y habla sobre coger una habitación, esto... "espera, espera lee, yo quiero ver las vistas, pero desde una cafetería o algo por el estilo, no desde la habitación, es más, me niego a subir a una habitación sola contigo" (yo es que empezaba a mosquearme), total, que me hace caso y nos vamos a la cafeteria, que decepcionantemente estaba en la primera planta. Ahí Lee empieza a copiar los precios mientras nos sirven unos vasos de agua, aceitunicas y aperitivos japonenes (de esos que son tan raros) "tenemos que hacerles creer que vamos a tomar algo cuando no lo vamos a hacer" yo me moría de la vergüenza, porque el sitio era taaan pijo y se nos veia a la legua que allí no encajábamos, a ver, que yo lo veia desde fuera y qué pinta un hombre con una jovenzuela con cara de "que coño hago aqui si yo sólo quería ver las vistas" en un hotel de esos en los que te abren la puerta y to (eso significa que barato no es).
Salimos del sitio y me lleva (no sé por qué) al House of Blues (sitio típico para escuchar musiquita) pero claro, no entramos en la parte interesante, sino que vamos a la tienda donde le da una charla a la dependienta y yo cada vez tengo más cara de ¬¬ así que decido inventarme una milonga y escaquearme a otra parte, que por mi cabeza rondaba la idea de qué cojones quiere este tio y me da a mi que no es ni escritor ni nada, simplemente un demente que me he encontrado por la calle, inevitablemente me acordé de mi autobusero dublinés.

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1 Comments:

Anonymous Vuelos a Chicago said...

Muy buen relato, me diverti harto leyéndolo. Yo estoy próximo a viajar para Chicago, así que estoy buscando la mayor información posible.

17 diciembre, 2009 14:04

 

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