Variadico

Pues sí, así ha sido mi fin de semana.

El viernes por la noche tocó tour por Madrid, más específicamente por Malasaña, que David no conocia la zona, así que a tomar unas patatas con queso (que decepción que ya no pongan croquetas de espinacas) regadas con cerveza y mucha charla.

Sábado, toca trabajar por la mañana con mis mini macarras y muchas ganas no había después de dormir unas dos horas, peero hay que ser responsable. A comer deprisa y corriendo que por la tarde toca volver a Villaverde para hacer de payasa en una comunión. Me encanta ese trabajo, se pasa rápido, te echas unas risas y además te pagan muy bien.
Intento echarme una siesta de 20:30 a 21:30 pero se ve interrumpida por la llamada de mi jefe (del trabajo de los cumpleaños y comuniones) y por el ordenador, que tiene vida propia y se reinicia solo.

Ale a arreglarse que tocaba fiesta cerca de mi casa. La organizaban entre Javi (compañero de inglés) y sus amigos Raúl, Cuco y Pablo (mis "vecinos") estoooo no sé si habia alguién más metido en la organización. El nombre de la fiesta "el seis" que podría contar la historia y tal, pero por si meto la pata con algún detalle prefiero no hacerlo. Empezaba a las 11 y a la 1 ya me estaba despidiendo, una pena porque realmente mi cabeza me decía que me quedara, pero el cansancio acumulado más las pocas horas de sueño empezaban a notarse y al día siguiente tocaba volver a trabajar por la mañana y por la tarde.

Domingo: otra visitilla a mis macarrillas y a salir pitando después de comer que a las 16:30 tenía que estar en Aranjuez (no podía ser más cerca, noooo). Hoy tocaba de pirata y estar sola ante 15 niños, cancioncitas, juegos, pintacaras, globoflexia y a casa, donde ya estoy por fin.

Carlos, las cañas habrá que posponerlas.