Se acabó lo que se daba, ya estoy de vuelta a la rutina. Uhm.. más de 10 días de viaje, ni punto de comparación con los dos anteriores, se me ha pasado volando, una muy buena señal.
Voy con el pequeño (o al menos es lo que intentaré) resumen.
Los dos primeros días los pasé en la 2ª casa de Esther, nada que ver con la anterior, unos compañeros majos (Gaël, Martin y Kamila) y además bien situada, lo malo, el ruido de los coches, que con eso de que tengo el sueño muy leve apenas dormía...
El segundo día fue interesante, por la tarde con Derek descubriéndome el sushi y cómo usar los palillos para comerlo, cosa realmente complicada cuando te están mirando atentamente "don´t look at me!" risas nerviosas con la consiguiente caída del trocito de arroz al plato de la salsa. Paseitos por partes desconocidas de la ciudad y pisando el césped en el "Secret Park" :D
Por la noche, 5 chicas en la casa jugando al "yo nunca" descubriendo cositas curiosas que darían que hablar en el viaje y aprendiendo nuevas palabras en inglés.
El tercer día (sábado) tocó mudanza, que Esther había encontrado una nueva casa.
Ventajas: habitación propia y grande, buen precio, con compañera irlandesa (la casera), casa en buenas condiciones y sin preocupaciones por la limpieza ya que se encarga la dueña.
Desventajas: lejos del centro (aunque se puede ir andando), convivir con la dueña (la mujer es maja, pero no tienes tanta libertad para llevar a invitados)
El 5º día tocó levantarse pronto, a las 3:15 ya estábamos en pie, que el vuelo para Edimburgo era a las 6:30.
Qué decir de los 5 días en Escocia... muchas anécdotas, pero empezaré por las componentes: Emilie (francesa), Lorena (de Barcelona) y la parejita de madrileñas. Como Emilie no hablaba español nos comunicábamos con el inglés.
No tuvimos tiempo ni para aburrirnos, nos pateábamos la ciudad desde primera hora de la mañana hasta la cena, así que llegábamos tan cansadas que ni nos apetecía salir, por lo que sólo salimos un día, el miércoles, primero al clásico pub hasta que a las 12 nos echaron y luego nos fuimos a uno en el que era la noche del karaoke. Nada más sentarnos escucho unos primeros acordes muy familiares, pelillos de punta, ¡era "Jeremy"! qué gran canción y qué subidón me dio, tanto que decidí apuntarme en la lista de aspirantes a cantantes "Esther, ayúdame con los coros" que vale que estuviera decidida a lanzarme a la piscina, pero cuesta perder de repente toda la timidez. Canción elegida "Daughter" así que gallitos por aquí, gallitos por allá acompañados de un final "lo siento" que está claro que mi pronunciación no era la mejor, pero hubo aplausos, haciendo amigos por todas partes.
Hablando de hacer amigos, hay gente rara en todos los lugares, mañanita en el jardín botánico, nos encontramos con un hombrecillo con una bolsa de cacahuetes dando de comer a las ardillas. Bueno pues su técnica era curiosa, cogía un cacahuete y movía el brazo de arriba a abajo lentamente, realmente eficiente, nos adoptó como a sus pupilas. Ahora viene la parte rara, el tío en sí era un personaje, con esas gafas redondas que llevan una especie de protectores laterales anti-viento (era un día nublado) un tono de voz muy bajo casi ininteligible y siguiendo esa rutina (la de alimentar a las ardillas) casi diariamente por amor al arte, hasta aquí no es del todo raro, pero cuando le dejamos, Emilie nos informó del detallito en su entrepierna ¡por lo visto estaba empalmado! ¿fruto de qué? ¿de estar rodeado de ardillas? ¿o por el contrario de 4 jovenzuelas? ¿alguna relación con el movimiento ascendente y descendente del cacahuete? prefiero no saberlo.
En cuento a las excursiones fuera de la ciudad, nos hicimos un "Towel pour el Loch Ness" (las niñas lo entenderán) viajecito de 12 horas por las tierras altas de Escocia pasando por el lago Ness, muy chulo la verdad, yo no me imaginaba el lago tan grande, no pudimos ver a Nessy, supongo que es tímido y el tiempo no acompañaba, qué distinto sería si viviera en España.
A la 1 de la mañana del viernes (oficialmente sábado) estábamos de nuevo en Dublín, así que a la camita directamente.
El sábado por la noche decidimos que había que salir, además Esther había quedado con Hassan. Así que después de la correspondiente tortilla y copillas de ron a las 12:30 nos plantamos en la zona de pubs, una vez encontrado a Hassan entramos en un local, cervecitas pal cuerpo y presentación de sus amigos, un grupo realmente heterogéneo formado por 3 brasileños, un irlandés y un pakistaní, más cerveza, bailes y chupitos de whisky dulce. Sobre las 2:30 cierran el local así que Hassan nos invita a su casa, buena música y risas con el irlandés, más cerveza y a las 5 y algo en casa.
Domingo, se acerca el final del viaje, qué agobio de día, tenía que quedar con Gaël, Chus y Derek, así que había barbacoa en casa de Hilario a la que también iban a ir Gaël y Chus, no sabía muy bien cómo quedar con Derek, pero finalmente él también estaba en la barbacoa. Mucha charla en español y una poca en inglés con Roman (checo) y Derek, supo a poco.
Por la noche otra vez de pubs, acosadas por algún francés y varios argentinos (sobrepasando el límite de la pesadez) "¡que vengan los refuerzos!" paseito nocturno y a la cama.
Lunes, toca volver, algo inevitable, parece mentira que siendo mi tercera visita a Esther, fuera la primera vez que me acompañaba al aeropuerto, qué tristes son las despedidas allí. Se harán esfuerzos para volver en el verano :)
Mierda, de pequeño resumen no tiene nada...
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